De un plumazo y sin previo aviso, así se cerro la web. Los adinerados propietarios fueron arrestados y puestos bajo disposición judicial, como si de crueles asesinos se trataran. Ahora comentan que podrían pasar mucho tiempo en la cárcel, y llegamos a la conclusión: ¿es más barato matar a una persona que tener una web de descargas? A estas alturas parece que sí que es así, no por nada, sinó porque detrás de cada película canción o disco hay una potente indrustria que no está dispuesta a remoledar su anticuado negocio y prefiere seguir viviendo del cuento presionando a jueces, políticos y demás poderes judiciales. Ni que decir tiene la larga lista de derechos que se han pasado por el forro con el cierre de la misma.
Volvamos días atrás; no demasiado, sólo hasta cuando la web estaba abierta. Si nos fijamos en el sitio había dos tipos de usuarios: aquellos que no pagaban un duro por descargar y alojar archivos, pero con algunas desventajas, y aquellos que preferían pagar un monto cada cierto tiempo para poder subir y bajar archivos con la máxima rapidez. Dicho esto, ¿qué sucede con estos últimos que pagaron por un servicio que no están recibiendo? Y, ¿qué pasa con aquellos usuarios (gratuitos o de pago) que utilizaban el sitio para alojar archivos legales y de vital importancia? Una vez más pagan justos por pecadores.
Vayamos a lo que la prensa ha querido (o más le ha interesado) recalcar: la riqueza de su principal fundador Kim Schmitz. Pues yo les digo, ¿qué tiene de malo seguir forrándose a costa de un proyecto que uno mismo ha creado y ha sabido explotar como Dios manda? Miren las casas de Bill Gates o Mark Elliot Zuckerberg, también ellos se forraron con Internet y nadie les ha puesto en el punto de mira. Aquí lo que sucede es que hay bastante hipocresía por parte de nuestros gobernantes que se hacen caca cuando Hollywood amenaza con ''no producir más películas''. Señores, despertemos, que en todas las obras se gana, como mínimo, el doble de lo que cuestan y a veces se triplica o cuadruplica. Si no les interesa que se vayan al campo a trabajar.
¿Qué imputan los juzgados?
Un gran jurado de Virginia acusó el pasado 5 de enero de delitos relacionados con la propiedad intelectual y el blanqueo de capitales a siete responsables de la web, cargos por los que podrían ser condenados a décadas de cárcel. Sólo los cargos de conspiración para blanquear dinero y conspiración mafiosa contemplan penas de hasta 20 años de prisión. El Departamento de Justicia y el FBI calculan que las actividades de esta página web han supuesto perjuicios de 500 millones de dólares (unos 386 millones de euros) en derechos de propiedad intelectual. Además, durante más de cinco años han logrado 175 millones de dólares en beneficios gracias a la publicidad y a los pagos de los usuarios de cuentas premium.
¿Qué hacer ahora que cerraron?
Como es muy probable que no vaya a volver nos tendremos que a costumbrar a usar otras páginas. Rapidshare, fileserve, mediafire, 2share... son unas de las decenas de páginas de descargas que tienen fuerza a día de hoy, aunque como es evidente, ninguna llega al nivel de su compañera Megaupload.
También hay que seguir luchando por los derechos de Internet. Leyes como la ley SOPA lo único que desean es destrozar Internet y arrasar con todo lo que no le interesa a las industrias. Si todavía no estás al tanto pulsa aquí.
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